¿Cómo es ser una hormiga y sentirse enorme en este mundo?

Al despertar esta mañana era consciente de que algo había cambiado. Algo en mí era diferente, tanto en mi forma de ver las cosas como en la forma en la que los demás me iban a ver. Pero bueno, mejor empezamos desde el principio...










Hacía cosa de un mes la transformación a hormiga se había hecho efectiva tras un año... un tanto movido debido a las molestias provocadas por un pasado que me veía como un enemigo cuando yo sólo buscaba mi felicidad. Todo empezó cuando decidí confiar en la persona equivocada, en ese tipo de persona que te hace creer que nunca nada va a estar mal, que eres preciosa, que vales para todo y que a pesar de traer como premio a una persona de su pasado que desea con todas sus fuerzas que no seáis felices juntos, él cree que ambos podéis con todo lo que se os ponga delante. Esa persona cuyo mundo cambia cada dos minutos y que cuyos cambios pueden quemar tan fuerte como la luz del sol. Esa persona que te hace creer que esos amores imposibles de película se pueden hacer realidad, pero sólo hasta que decide que tú no eres para tanto, y que lo único que ha hecho contigo ha sido jugar y más tarde matarte de la misma manera que él solía hacer con las hormigas cuando era un niño.

Eso es todo lo que recuerdo, porque cuando todo ha acabado todo vuelve en flashes, todo es como un calendoscopio de recuerdos, simplemente vuelve todo, pero él nunca lo hace. Pero lo peor es que justo en ese momento me di cuenta de que sentí que pasaría esto en el momento en que lo vi aparecer por primera vez. No fue algo que él hiciera, o que él dijera, es esa sensación que nos acompaña a todos nosotros mostrando nuestra esencia, esa que sólo algunas veces los demás son capaces de descifrar.

Creo que la peor parte de todo no fue perderle a él, fue perderme a mí misma, y con ello convertirme en hormiga.

Los días fueron pasando y, poco a poco, me veía más pequeña. Todo me podía, incluso una cosa tan insignificante como salir a la calle y encontrarte con alguien al que llevabas años sin ver, y que es normal que no te reconozca ya que, ¡teníamos seis años la última que nos vimos!, me hacía sentir más hormiga si cabía. Me llegué a sentir tan pequeña al verlo con su nuevo, o antiguo, "amor" y lo pongo entre comillas porque una persona que te lleva al rascacielos más alto para luego, simplemente, empujarte, no creo que sienta eso que se denomina amor.

Supongo que él nunca se dio cuenta del daño que había causado con sus indecisiones, sus idas y venidas, sus cambios de opinión y sus "sí, estoy seguro", cuando desconocía desde el significado del "sí" hasta el de la expresión "estar seguro". Él nunca se ha percatado, a pesar de que me ve todos los días desde hace casi dos años, de que en mi mundo yo no era tan fuerte como parecía, no era un león, sino que yo era, y soy, una hormiga, tan pequeña y débil como ella...

Pero hoy al levantarme he decidido que esa hormiga ya no existe más; que yo soy tan importante y buena en este mundo como cualquier otra persona; que no soy una hormiga a la que pisas sin darte cuenta ya que es diminuta. No, yo no soy así. Yo soy una persona que merece ser feliz, y a la que el pasado no le importa porque vive en un presente, más o menos bonito, eso sólo depende de cómo quiera vivir mi vida, y con qué ojos decida mirarla.

A partir de hoy mi vida es buena, bonita, magnífica... porque yo lo soy; nadie merece que esté mal por él cuando él no merece la pena; y por supuesto, yo puedo con todo lo que se me ponga delante.

Quizás algún día volvamos hablar, o quizás no. Pero esa no es mi preocupación ahora, ahora mi objetivo principal es transformarme de nuevo en persona, y dejar de ser una hormiga. Volverme a sentir bien y reconstruir todas mis piezas rotas, esas que aún estoy intentado encontrar tras su ida.

Tras todo esto, y respondiendo a la pregunta principal, una hormiga se puede sentir tan enorme como quiera, sólo depende de la manera en la que quiera mirar la vida porque... ¡la vida es maravillosa!


                                   
             "Cree siempre que algo maravilloso está a punto de suceder"